sábado, 6 de octubre de 2012

ESTOY DECIDIDA



La negrura de la noche, con el único sonido casi imperceptible que colándose por la ventana mal cerrada
ululaba el viento.
Hizo que sus pensamientos volvieran a ella. Estaba reclinada, cansada, sobre uno de los 2 butacones que le servían de cama cuando el sueño le abandonaba.
_ Esta vez lo conseguiría, se levantó perezosa mente y se encaminó hacia el baño. Su cuerpo pesado se esloró hacia la pared mas cercana, parando su caída.
_ Esta vez lo conseguiría, argulló una vez mas, pero ésta con mas determinación.
Se quitó la bata y el camisón que llevaba puesto y se miró al espejo, devolviéndole una imagen, que ella calificaba con desprecio.
_ Gorda, y se echo a llorar.
Las tripas le sonaban ruidosamente . Con las manos cogiendo a puñados las lorzas de grasa y piel que colgaban de su vientre.
Se odió, era desolador comprobar que su cuerpo era la cárcel que le aprisionaba, probándola de libertad.
Había abordado decenas de tratamiéntos  y ninguno después de un tiempo de dura abstinencia, había surtido efecto alguno, por el contrario, ganaba peso.
Los médicos y sobre sicólogos no habían conseguido nada, sólo ella lo haría, aún con la cara mojada por las lágrimas se miró una vez mas al espejo.
Despeinada y con restos del maquillaje del día anterior, su aspecto era terrible.. Su garganta desfigurada con una enorme papada, sus pechos, caían pesadamente .
Armándose de valor, se tomó un triste desayuno, se enfundó un chandal, salió a la calle resuelta a correr.
El aire era agradable, solitaria la noche, pero con paso decidido un pié detrás del otro, vió  como asomaba por el horizonte el sol anunciándole un nuevo día.